El fin de semana pasado me llevé persiguiendo a este ave durante un buen rato hasta que lo tuve lo más cerca que pude para tomarle una fotografía.
Desde el suelo se distinguen por su parte ventral blanca, la cabeza y la punta de las alas negras y rayado de las plumas de la cola.
El águila culebrera precisa de campiñas abiertas y soleadas, con árboles diseminados o monte bajo. Son aves estrictamente migratorias, que pasan los inviernos en las sabanas próximas al ecuador, donde son nativas otra gran cantidad de especies culebreras. Nos abandona en septiembre y vuelve entre marzo y abril para criar.
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