Esta compuesta de fruto tan característico se ha utilizado desde antaño para combatir diversos males. Se cuecen las raíces y se toman 3 tazas al día del líquido para limpiar la sangre. Se realiza una infusión con las hojas secas para tratar las piedras del riñón y el colesterol. Las hojas frescas machacadas y aplicadas sobre la piel sirven para los cardenales y heridas. Se cuece toda la planta y se aplica el líquido resultante sobre las hemorroides.
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